Batallas por la memoria: antagonismos de la promesa peruana
Marita Hamann, Santiago López Maguiña, Gonzalo Portocarrero, Victor Vich¿Cómo entender que un país tan rico y veraz en su producción simbó-
lica no logre articular aún una narrativa de su historia basada en el consen-
so y la posibilidad? ¿Por qué todavía los peruanos no nos decidimos a
construir una memoria más integradora que promueva un aprendizaje en-
riquecedor de nuestra historia? ¿Por qué en el Perú la explotación económi-
ca, la violencia, y la manía jerarquizante siguen siendo prácticas cotidia-
nas?
Nuestra historia está llena de traumas que no hemos elaborado. Per-
sistimos en ser una sociedad incapaz de producir representaciones
integradoras de sí misma. No obstante, es también cierto que un deseo de
comunidad ha impregnado siempre la construcción de los imaginarios co-
lectivos en el Perú, y la voluntad por representar simbólicamente al país se
ha desarrollado obsesivamente tanto desde el discurso de las élites como
desde los textos más marginales de la cultura popular.
Por qué si tenemos una tradición simbólica tan importante seguimos
entrampados en la imposibilidad de construir un sentido del pasado que
pueda reconciliar nuestros antagonismos y explicar nuestro presente. Pen-
samos que el problema es la falta de una verdadera comunidad nacional
en el Perú, es decir, la imaginación de un colectivo donde todos podamos
representarnos como sujetos iguales, con los mismos derechos y con el
mismo compromiso. Si la memoria fundamenta la identidad de un grupo,
la falta de ella en nuestro país tiene que ver con la debilidad de lazos comu-
nitarios a pesar de la vigencia de tradiciones discursivas que enfatizan el
deseo de ser nación.
Siendo el sujeto condición para la memoria y toda memoria el intento
de unión de distintos fragmentos dispersos por la violencia de la historia, es
necesario afirmar que en el Perú -a pesar de su amplia tradición cultural-
no existe todavía un discurso (y un sujeto) capaz de proponer una memoria
ciudadana donde los peruanos podamos experimentar nuestra nacionali-
dad reconociendo los antagonismos de los intereses internos y la posibili-
dad gozosa de conformar un colectivo muchísimo más integrado. En este
seminario hemos pensado que en el Perú la memoria es muy frágil debido
10
a la existencia de una incapacidad histórica para ponerse en el lugar del
otro y debido también a que la historiografía criolla ha sido cínica en pre-
sentarnos una imagen falsamente integrada de lo que comúnmente hemos
entendido por mestizaje. La ideología del mestizaje en el Perú ha funciona-
do ocultando la jerarquización y fundamentando la construcción de una
comunidad excluyente de lo indígena y popular.
El seminario del que resulta este libro congregó a investigadores de
diferentes generaciones y disciplinas unidos por la inquietud de responder
por qué lo que Basadre llamaba el “querer existencial nacional” no se logra
plasmar de manera que la “promesa de la vida peruana” permanece toda-
vía como una virtualidad anhelada.
Quienes redactamos esta introducción nos propusimos organizar este
seminario sintiendo la absoluta fuerza del presente sobre el pasado, vale
decir, confiando en que el pasado pueda dejar de ser lo que ha sido y que
todos podamos comenzar a cambiarlo. Por ello, asumimos que es el pre-
sente el que elige su pasado y que la construcción de una narrativa diferen-
te sobre nuestro país es realmente urgente luego de tanta exclusión y de
tanta sangre. En este seminario nos ha animado el deseo de construir un
sentido de la historia a partir del diálogo incesante y del compromiso cada
vez más colectivo.